Pero el museo tiene alguna otra sorpresa en la planta de arriba…
Si con esto no tienes bastante, es posible hacer una visita rápida al yacimiento de Atapuerca y observar las viejas cuevas rellenas de sedimentos y fósiles que un día rompieron los ingleses para trazar una vía ferroviaria minera.
Y todavía queda un apartado lúdico en la visita al Centro de Arqueología Experimental situado en los alrededores del mismo pueblo de Atapuerca.
Allí encontrarás un taller de industrias líticas de diferente época, un taller del fuego, otro taller de pintura rupestre y un campo de entrenamiento en las armas de la época en el que puedes hacer el indio si te apetece.
Y con ese fuego (bueno, u otro parecido), por la noche, hubo tiempo para otro talle. Éste de gastronomía. Porque una vez cultivada y alimentada la mente, siempre debe haber tiempo para alimentar otra cosa y cultivar las relaciones con la gente de Burgos, que de todo tiene que haber ¿O no?
El responsable del horno del Asador Los Trillos en plena faena. Por el momento, uno de los mejores cordero. Y el resto de la carta no se quedaba atrás.