jueves, 25 de enero de 2018

Rocamadour

En una garganta excavada por un pequeño afluente del río Dordoña se encuentra, encaramado sobre una de sus paredes, un pequeño pueblo con aspecto de seguir anclado algunos siglos atrás.
Sus casas parecen haber prosperado a la sombra de su castillo, en la parte alta, y su basílica, a medio excavar en las paredes rocosas.
Su nombre, al parecer, proviene del nombre medieval Rocamajor, pero el descubrimiento en 1166 de un cuerpo bien conservado perteneciendo al parecer a un monje llamado Amadour, hizo que fuera  cristianizado con el falso hangiotopónimo de Saint Amadour, terminando en la actualidad en Rocamadour. El cuerpo del monje fue quemado durante la guerra de religión, conservándose sólo algunos huesos, uno de los cuales se expone en una capilla, venerándose por los fieles, al igual que la pequeña virgen negra que preside la iglesia.





































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