jueves, 22 de febrero de 2018

Geíser de Ain El Ati

Un poco antes de llegar a Erfud se puede ver, en el lado oeste de la carretera, un generoso chorro de agua que sube unos metros sobre las cabezas de los espectadores. Hace unos años salía directamente de un agujero en el suelo y no era tan alto; ahora, sale de un cubo de obra situado en su nacimiento, rodeado a su vez de una pared circular a modo de estanque.
A juzgar por el color de la tierra que baña, se trata de aguas ferruginosas, aunque eso no parece preocupar a determinadas plantas y algas que proliferan en su alrededor.













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