El agadir tiene elementos comunes (depósito de agua, mezquita, cocina, baño, etc.) y elementos privados como son los pequeños depósitos de almacenamiento. El espacio externo libre está reservado para albergar ganado.
La construcción a menudo se realiza en tierras colectivas y, a menudo, en la cima de un pico o una colina. Los materiales de construcción son siempre locales: cal, tierra apisonada, piedras secas, ladrillos... Las puertas son de madera y están decoradas con influencias amazigh y africanas subsaharianas.
En ellos, la comida se mantenía seca durante varios años. Entre 20 y 30 años para almendras, arganes. La mantequilla, la miel, el aceite y otros líquidos se guardaban en jarras. También se almacenaban artículos de valor como pieles, armas y municiones, ropa de fiesta, henna y títulos de propiedad o contratos de matrimonios.
También tenía un papel defensivo de seguridad ya que representa un refugio en caso de incursiones o ataques tribales.
En la actualidad, los agadires están amenazados por el abandono debido a la sequía y el éxodo rural, y están en peligro de extinción. Muchos de ellos, construidos con tierra apisonada, colapsaron bajo la influencia de factores climáticos. Gracias a asociaciones locales, proyectos de restauración y turismo, algunas de estas instituciones se han salvado y valorado. Algunos siguen siendo funcionales y administrados de la misma manera que antes por las comunidades locales.
https://fr.wikipedia.org/wiki/Agadir_(architecture)
Cambiamos de rumbo. Damos la espalda al desierto y enfilamos hacia el Atlas. Nuestro destino, un valle de los muchos que abría hacia el Sáhara. Uno escondido en una garganta impresionante formada por un afluente del Draa y que guarda en su interior pueblos como Amt'di y el oasis de Id Aïssa.
En Amt'di, sobre un pico de roca, se encuentra uno de los agadires más conocidos de Marruecos. A él se sube por un estrecho sendero abierto en la falda de la montaña.
Como buena fortificación, tiene una pequeña y única entrada. Aunque restaurado no hace mucho, sobre su antigüedad no hay discusión posible si atendemos a los grabados prehistóricos en algunas de las rocas de la cima.
Su interior es una red de pasillo estrechos, algunos con dos alturas, que van dando la vuelta a la cima. A lo largo de ellos se reparten pequeñas habitaciones donde se guardaban las pertenencias y los alimentos de las familias locales.
En la zona central hay una parte de la cima abierta, destinada a guardar el ganado, así como algunas instalaciones dedicadas a palomares y colmenas. Junto a la muralla, un aljibe garantizaba el suministro de agua de los inquilinos y sus animales.
Si demasiado orden, en una de las habitaciones más grandes se almacenan restos de todo tipo: cántaros y otras vasijas, herramientas, aperos, armas... y versículos del Corán en pequeñas tablas así como contratos matrimoniales y otros documentos escritos en madera de palmera.
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