miércoles, 31 de agosto de 2011

Leces - Sebrayo

Hoy será un día tranquilo. Espero. El cielo sigue nublado y tengo que tener mi impermeable a mano, pero no hará calor, lo que ayudará a hacer el camino más relajado.

Desde el albergue de Leces tengo que buscar el mar, así que cojo el camino rumbo a un pueblo llamado La Vega que está por estas lomas. A mi paso puedo notar la diferencia entre la vegetación autóctona (a la derecha en la foto) con el resultado de haber plantado eucaliptos (a la izquierda). Es de pena.

 P1020246

Este pueblo se conserva bien. Sus calles y sus casas se ven muy cuidadas. Y cuenta con buenos ejemplos de los clásicos hórreos asturianos.

P1020247 P1020248 P1020249 P1020250P1020251

Después de varias praderas y de algún que otro bosquecillo de los dichosos eucaliptos (en uno de ellos, el pintor de flechas amarillas parece haberse vuelto loco), salimos de nuevo a la costa, donde se suceden algunos acantilados con algunos arenales, junto con algún que otro pueblo de veraneo, que ahora están muy tranquilos.

P1020252 P1020253 P1020255 P1020256 P1020257 P1020258

Al poco de pasar por un sitio llamado La Isla, nos desviamos hacia el interior, en dirección a un sitio llamado Sebrayo, donde está el próximo albergue de peregrinos.

A mi paso empiezo a ver los primeros cultivos de manzanos dedicados a la fabricación de la conocida sidra asturiana. No hay que olvidar que nos estamos acercando a Villaviciosa, sede de las mayores ¿bodegas? de esa bebida.

P1020259 

Atravieso sitios tan bonitos como este valle, con aldeas pequeñas que conservan ese aire rural antiguo y que parecen estar vacías, cuya paz y tranquilidad solo se rompe por el movimiento de alguna vaca despistada o por los gritos de algún ánsar peleón, porque con el día como está, ni los perros quieren salir de sus casetas.

P1020260 P1020261 P1020262 P1020263 P1020265 P1020266 P1020267

Así que yo continuo mi camino en silencio, aunque con el ruido de mi impermeable asusto a un jabalí rechoncho que se apresura a esconderse de mi entre los helechos y que no puede evitar dejar su rastro en el barro del sendero.

P1020271 

Poco a poco sigo avanzando por estos campos y solo paro para descansar y comer algo en esta especie de capilla, hoy ya vacía, que me encuentro a mi paso.

P1020270

Aunque de haber sabido a la “mala gente” que me iba a encontrar en el albergue, mejor hubiera sido que me hubiera quedado a dormir en ella.

P1020272

(Un saludo para todo el equipo, menos para los dos que se bebieron nuestro vino y se comieron nuestras patatas con huevos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario